jueves, octubre 08, 2015

Intervenir el vacío

Las palabras no se encuentran solas, están perdidas sin el faro de tu corazón...

Las palabras están dormidas, esperando aquélla chispa que inicie una nueva galaxia, un nuevo verso que te lleve implícita...

Y por ello nunca escribiremos esos tratados de camaradería etílica, que nos confundiría más entre nosotros y nos mezclaría la tinta...

Siempre hay que recordar que las musas son intangibles, estrellas inalcanzables que adornan vacíos profundos con talento dormido y solícito.

En la onírica, la realidad no corresponde... La luz permanece supeditada a la forma de las sombras y los vacíos son ecos de la expectativa.

En la onírica, tú sigues siendo tú, pero en la realidad yo soy el reflejo de la percepción y la esencia de lo que hay... Versos disfrazados.

A través de la gracia del tiempo el talento despierta al reconocer el viejo barrio sensible, al sentir en los pies el barro creador dormido.

Nada ha cambiado... La razón de los sueños es intervenir el vacío que puede explotar en una galaxia de versos ahogados en hastío encantado.

Nada ha cambiado... Sigue habiendo lunas y bestias, sueños crípticos, intenciones rebuscadas en palabras sentidas...

Hay una división de tantas partes como palabras se necesiten, quien mueve al talento, quien mueve al corazón, quien mueve la mente...

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