La ira del Padre y Señor
la vendetta del traidor apoyan,
el alma oscura está latente
y el chico enfadado espera,
la muerte del oso es precaria para viejos vampiros,
la esperanza del ángel malvado ha sorprendido a su pueblo,
pero el sol y no nombrado,
pueden salvar el día.
El hijo del oso está perdido
pero su coraje perdura,
inspira y hostiga como llaga al rojo vivo,
el imperio pronto caerá
y las manos del reptil le esperan,
en la guerra de las furias
no quedará nadie vivo
y la muerte ya no será consuelo...
Abel, Jimena e Inés
Hace 15 años
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