martes, septiembre 02, 2008

Nada por aparecer

Cuando llegue a casa y la vea vacía
no habrá nada por aparecer,
pareciera que nuestra cotidianidad se ve interrumpida,
por azares e imprevistos
que de manera fortuita nos muven del nido.

Cuando llegue a casa y no vea tu sonrisa
querré llorar por sentirme ausente,
me darán ganas de alcanzarte
y de buscar a nuestra más pequeña versión de amor,
de tomarlo entre mis brazos y arrullarlo,
y a tí con él,
y a mí contigo.