martes, septiembre 29, 2015

A veces...

A veces el alma necesita retroalimentarse con bardos y trovadores, con aquellos locos que tuercen el lenguaje como tejidos de un gran telar.

A veces es necesario encontrar la poesía en el acorde de una guitarra desnuda que nos canta su mensaje rústico en ritmos básicos...

A veces no tenemos los ojos lo suficiente abiertos para tomar los salmos que salen de las cosas comunes, la materia de nuestras vidas...

A veces parece que la poesía se nos esconde por años, cuando hemos sido nosotros quienes hemos olvidado apreciarla...

Porque la poesía jamás ha sido una moda, sino la fina necesidad de gritar que tiene el alma... su angustia, su amor, nuestra indiferencia...

Y aunque a veces toquen a la puerta los motivos para escribir, es la asesina vida diaria la que aborta los versos que quisieran brotar...

Falta una pausa en esta rutina a punto de descarrilar, con esa prisa falsa que nos apura a la muerte llegar...

... y una ligera sonrisa que se esboce en un rayo de sol, escrito en una línea de papel o en el moderno ordenador... falta hacer poesía...

... Hace falta escribir con la tinta del corazón... encontrar esa pasión perdida que en el abismo de los días, atrapada está sin razón...

A veces se echa en falta esa voz en off que acompaña lo que nuestros ojos aprecian, aquélla que describe la vida de otra manera...

No es la poesía otra cosa que la declaración de amor a la vida, a la mera existencia de la cadencia de las palabras para sentirse mejor...

A veces el enemigo esta en casa, se esconde bajo la piel de aquellos que amas y nadie lo nota...

A veces sólo basta con una palabra, para desatar un infierno, con un gesto de egoísmo para coartar todas tus ganas de seguir adelante...

A veces la decepción es tan grande, el desencanto seguido de un sentimiento de impotencia, pero sabes que huir jamás ha sido una opción...

A veces te sientes tan solo y los vínculos del corazón se tornan en cadenas para el alma, lastres para el ánimo, veneno para el espíritu...

A veces no vas a poder estar bien hasta que des la última gota de sangre... Hasta que sacrifiques el último resquicio de lo que tú eres...

...y a veces, ni así.

A veces deja de serlo y se convierte en siempre... A veces se es y se transforma en nunca...

A veces ni en las palabras puedes encontrar consuelo o desahogo...

Recetas

Para hacer poesía,
hay que escucharla,
dejar que el cuerpo la sienta como caricia en la piel,
como susurro del viento...

Para hacer poesía
hay que tomar un pedazo de cielo
y hacerlo bolita
para guardarlo
en los espacios vacíos del corazón...

Para hacer poesía
basta con encontrar las palabras
fluyendo en las cosas comunes
que rodean nuestras ideas latentes...

...Basta con escuchar los latidos
que surgen de nuestra necesidad
de apreciar la belleza
en los espacios en blanco,
en los cajones vacíos...

Soliloquios

En ocasiones me gustaría transmutar en polvo que vuela al ulular del viento,
sin más dirección que su capricho...

Dejar de ser carne y ser una fuerza invisible
que recorra el mundo impasible,
siendo testigo y partícipe de los milagros naturales...

Me encantaría ser aire y ser consumido para prolongar la vida.
Ser agua y recorrer
los caudales lógicos de la imaginación de Dios...

Bohemia

¡Qué bueno es que vivas lejos!De esa manera jamás haremos tertulias,
ni terminaremos la bohemia comparando cicatrices...

Tampoco cantaremos esos himnos tristes y comunes
que nos motivaban a exponernos tan miserables
como nos podíamos sentir,
por el placer per se.

Nueva ordalía de la Bestia

Inicia la nueva aventura de la imaginación mezclada con los sentimientos...
El velo de mi vida a través de tus ojos y tu mente...

Mientras las voces me solicitan que compruebe el por qué de su existencia,
los oráculos me responden con los mimos de la fraternidad gremial...

Dulce experiencia que provee la satisfacción de las pequeñas victorias,
la vida misma se complace en sonreir brevemente temeraria.

No es que posea la mejor de las estampas,
o que tenga el empuje de antaño,
pero mientras empuñe mis armas,
podré levantar en guerra mi mano.

Oculto, se ha guardado la Bestia,
llevando 20 años de destierro,
en los confines de las hojas guardadas,
en tinta reposada,
en silencio.

De repente, se asoman las picas que gustan de sorprender nuestra suerte,
se asoman espantos,
menesterosos elocuentes que anuncian la muerte.

Una nueva guerra se acerca,
a la Bestia cansina y silente.
Ahora escudo y espada servirán para aplacar a los olvidos vivientes.

Malditos guerreros.
Esos recuerdos escondidos que asaltan a mansalva
traicioneros y sorpresivos.
Esos desaparecidos que avanzan de regocijo.

Nunca antes se había visto tanto fantasma del desierto,
bajo las lunas de sangre,
proyectando escaramuzas de sombras hacia la Bestia.

No todos los muertos rampantes son monstruos descarnados,
algunos portan belleza con cuencas vacías
y gritos de guerra.
La Bestia espera.

La Bestia sabe que la mansedumbre heredada de la paz,
es sólo la cara luminosa de su alma,
las circunstancias aciagas oscurecen su gesto.

No tiene caso describir una batalla,
cuando son las causas y las consecuencias
las que verdaderamente importan:
los motivos de la Bestia.

Es en la adversidad que se conoce el carácter del guerrero,
pero es en la paz como se desenvuelve su alma
y se alimenta su espíritu...

En la paz,
la Bestia reina sobre su propia Patria.
Tierra ganada por la paciencia de encontrar el terreno correcto.
Ganó al dejar de buscar.

La Bestia dejó de mirar al cielo
para encontrar respuestas,
en cambio,
encuentra la paz
ejerciendo su plena contemplación.

La paz perjudica al guerrero,
porque sabe existir para sobrevivir,
y  se inventa sus propias guerras.
La paz envenena a la Bestia.

La Bestia sabe que para regir en su patria,
primero debe conquistar su propio terreno:
cada día debe vencer un demonio distinto a la vez.

La Bestia deja los asuntos del cielo
en manos de los dioses y,
junto a los hombres,
se ocupa de los asuntos terrenales...

Sin embargo,
cada que mira a la noche estrellada,
sabe que en alguna parte es requerida su alma,
y en la tierra, su fuerza es alabada...

La vida de la Bestia se rige
por la dicotomía de viajar
más allá de las nubes
o de cultivar amoroso
su semilla en el suelo...

La Bestia,
en ocasiones,
añora los días de guerra,
aquéllos donde la paz sólo era una razón para ser guerrero,
y para cruzar el infierno...

Los mejores guerreros mueren para ganar una batalla,
pero lo más sabios saben sobrevivir para vivir en tiempos de paz.

Camino a la nueva batalla,
la Bestia sabe que lleva la soledad a cuestas,
por no tener cosa de más valor
que su espada empuñada.

Los camaradas de la Bestia
se diluyeron en otras aguas
para navegar hacia sus propios horizontes.
Nunca escribirán de vuelta,
no lo harán.

Los pocos que visitan a la Bestia,
se llevan las viandas de su mesa
y el vino de sus bodegas,
a cambio de promesas y falso tiempo.

Los viejos yelmos oxidados
siguen cobrando el favor de haber mirado
hacia el mismo horizonte que la Bestia.
Son terribles acreedores.

No es de mi

No es de mi, de quien sufre la ausencia
Sino del hastío, de mi insulsa tinta
De mi acercamiento pueril y resignado
A la cerca de ese dulce horizonte lejano.

No es de mi,que los cuentos le arrullen
Ni de mis versos la sustancia de su poema
No es de mi, de quien pregunte al canto del cenzontle,
Ni por quien su luna brille serena.

No es de mi, por quien ahora importe
Si mi timbre de voz escucha o se olvida
Protagonizo un asunto arrojado al bote
Una regla olvidada, regla que ya no aplica.

No es de mi...

domingo, septiembre 27, 2015

No fantasía...

Verte así... Tan lejos y tan cerca

A través de ese espejo mágico
Buscando que nos haga tiempo la noche
Cuando en sí, es la oportunidad la que busco
Más allá de la carne,
Cerca, más cerca del corazón que de la piel,
¿Es que acaso nunca acabará esta angustia?
Precio justo de llevar corazones latiendo bajo el pecho...
Pero si es el abandono al vacío
Lo que se quiere cubrir con placebos,
La falta de esperanza,
La falta de fantasía,
Sin un sólo afán para el futuro...
¿Qué tanto cuesta un sueño cumplido?
Pagar con saudade el resto de la vida...
Y aún así... Lo haría de nuevo...
Definitivamente...
Sin arrepentimiento....

sábado, septiembre 26, 2015

Onírica invasión

Ni siquiera te despiertas
Y ya está invadido tu sueño
Sientes ese escozor en las piernas
Qué te revela que el sortilegio esta hecho.

Llevas ahogada esperanza bajo tus pestañas
Y el gobierno de tu pecho perdido
Cuando más temes a lo que te ama
E imaginas el ronroneo de un gato dormido.

Quizá en la letra esperas que siga
La canción de un amor concebido
Quizá es la única manera
De saber que el corazón no está perdido.

Y aunque la dicha licuada en la piel no se cultive
En la memoria duerme la forma de ser un verso cumplido
La dulce caricia que quebró toda expectativa
La verdad oculta bajo el sudario de la verdadera vida.

Ingenuas promesas de hadas y caballería Imborrables se quedan en el alma
Como preseas de un deseo anhelado
Como oleadas de inquietud éterea por tiempo transcurrido.

No fue tema de una ordalía sin razón
Sino la razón de toda una ordalía de vida
La llegada gustosa a un jardín que reclama atención
Una época a destiempo. La razón de la sinrazón.

Un terrible olor a muerte

Desde que abandoné la estación, me ha acompañado un terrible olor a muerte.


Es este aroma dulzón y aberrante que me sugiere que algo no anda bien en la ciudad.


Ayer me abandoné a las injurias siliciosas de mis nuevos/viejos vecinos.


Me resulta fastidioso que renueven sus avatares ante el primer problema que no sepan resolver en su vida...


Y esta pestilencia que ofende mis sentidos no para...

llevo recorrida la ciudad en su totalidad y me persigue como una jauría rabiosa por mi zalea...


Toda la tarde me la he pasado sorteando esta realidad mientras creo una nueva, creándoles un mundo nuevo a quienes mi voluntad someten...


Y ahora admiro la desesperación en un ingenuo que sigue viviendo sus fantasía... cuando es este Herodes sistemático que nos arranca a nosotros mismos de nuestras creencias...


Es inverosímil el verbo que atañe esta noche a nuestro terreno, la ínsípida lucha por mantenerse a flote en una fosa de cieno inteligente que nos derrama la vida sobre locuras confeccionadas en fósforo y silicio...


Creo que por hoy fue suficiente, así que apagaré mi interfaz....

Nada

Nada en especial lleva ya nuestra sangre mezclada
Nada como la muerte punzando en la yema de los dedos,
La incomodidad que me provoca tanto silencio...

Las pausas que abruman,
Los espacios en blanco
Que convierten nuestras conversaciones
En insoportables soliloquios....

Nada especial y el recuerdo carcome,
Nada como sentirse atado del corazón,
La incomodidad que me provoca tanto silencio...

La nada que me violenta,
La nada que me mata,
La nada que te vuelve imaginaria,
La nada que se convierte en rabia...

Silenciosa rabia...

Silencioso vacío...

Nada...