viernes, febrero 20, 2009

La queja

Estoy que ya no quepo en mi cuerpo,
que hasta los pecados se me ven a flor de piel,
estoy harto de esta vida que me quita vida,
que me roba los momentos
y me los transforma en recuerdos de lo que jamás pudo ser;
tengo tantas tentaciones,
duelos, rifas, rimas y canciones,
que confunden mis sentidos y no me dejan ver,
ya no quiero más fastidios
como los que hoy en día vivo,
quiero de regreso a mi vida
como cuando era muy tranquila
por allá cuando nacido estaba recién...


¡Ah, la mar!
Y la mar de mí se burla,
se atasca en su risa obtusa
porque sabe que a ella de inmediato no he de volver,
no he de volver a pisar este terreno
tan lodoso, tan horrendo,
quiero bajarme de este viaje
tan gris y aburrido como su paisaje,
que se come y mastica sin cautela
a este alma que muere de pena
por la loza que sigue aqui...


Como espada de Damocles,
sin cesar oigo esas voces
que me piden y reclaman que me lleve hasta la cama
sin la calma de lo que ayer podía ser,
podría ser que en la vida otro fuera
pero suponer quimeras nada bueno ha de proveer,
soy un bruto con talento
para destrozar cualquier evento,
con miradas de juez y jurado
y hasta con verdugo vendado
repartiendo sangre por doquier...