Quiero nacer entre tus labios,
experimentar la concepción desde tus cuerdas vocales
quiero intuirme en tu aliento
mientras me arrojas al aire,
para tocar otras mentes,
para aportar a la oscuridad nuestro homenaje.
Quiero recorrer estas calles de fuego y de sombras
mientras me interpretas con puntos y comas,
como una amante que acaricia cada idea
mientras exhala sílabas lascivas
plasmadas en un sustrato intangible.
Quiero recorrer el sendero que conecta tus sentidos:
penetrar tus ojos,
abordar tu mente,
habitar brevemente
en tu lengua,
entre tus dientes...
Quiero ser convertido en vibraciones y silencios,
sortear los hilos de carne y saltar a los hilos de oro,
para ser diseminado como lluvia
en los oídos de una ciudad que atiende
al llamado periódico de los hijos de la media noche.
Quiero ser estampa en tu mente,
vívida experiencia en los rostros ajenos
de aquellos seres que a tus propuestas están atentos,
ser parte de una historia fortuita
donde todos traicionamos nuestra realidad en un momento,
sin tener el mínimo remordimiento
de haber trastornado lo que el sol ilumina.
Salve, ¡Oh Reina de la Noche!
salve, trueno que acompasa mis latidos,
salve, tus murmullos y mis sentidos
que por un momento puedan ser confundidos,
que en comunión puedan ser unidos...
