domingo, diciembre 23, 2007

Cadáver exquisito 01

Ayer soñé un ángel
Más fuerte conforme al tiempo,
Hay más pasos aquí que allá,
Y la vaca parió…
Pero tuvo mucha suerte de encontrarte.

Son flores del campo
Con luces tan brillantes como el sol,
En las tinieblas…
Hay tanto qué decir,
Pero no soñar.

¿De qué color eres?
Y la vida es sueño,
De sueños se construye la realidad,
Como bolas de cristal
Donde el ámbar escucha al jade soñar.

Piedras mágicas,
Son las ventanas del alma,
Cambiar es una gran opción,
En donde el mundo quisiera asomarse,
Son los colores de la vida,
No quiero regresar,
Pero quiero permanecer aquí,
Sólo dando vueltas…

El ciclo se ha roto,
Ahora hay nuevos dioses,
Y la puerta de luz aparece
Donde el pasado no existe,
Sólo el presente,
Ante la forma inexistente…

¿Recuerdas las flaquezas?
Tan efímeras en el tiempo,
Estoy seguro que no volveré a lo mismo,
Con los cuatro elementos,
Porque tú te encargarás de ello,
Sobre puntos cardinales.

Está aquello que pude llamar hogar
Pero se lleva lo que queda,
¿sabes algo terrible?…



Las orquídeas…
Las margaritas y los narcisos,
Son deliciosas tentaciones
Que antes eran bendiciones.

En los escenarios destruidos
Ha surgido una nueva obra
Como secretos de la tierra.

Nadie guarda mejor un secreto
Que aquél que lo ignora,
Y aquello es una orgía,
¿Hay algo que quieras saber?

Si son ideas tan vagas,
Hablar de muerte y de amor,
De esperanza y conciencias perdidas,
Espadas y corazas son nuestra existencia,
Yo prefiero vivir sin armaduras;
Quien quiera herirme tiene completa libertad.

Y se vive con una inocencia desvanecida,
Créeme que la extraño en tu país,
¿Será el país de las maravillas?,
donde vive Alicia;
No,
Fue la tierra donde quise cosechar,
La vaina que no dio fruto,
Porque la tierra no estaba preparada,
Para una labor extenuante.

Ahora se sabe que soy un monstruo
Que jamás volverá a arar…
Lo que se necesita es un aire diferente,
Ancestral…
Sólo se es un viajero en el paraíso,
Que aprovecha la lluvia,
En mis días no hay lluvia,
Sólo un apacible atardecer,
Con tantos matices que no se pueden describir.

¿Quieres saber una triste verdad?
… Lo sé, éste es el final,
¿Quieres saber una triste verdad?
¿O temes saberla acaso?
No se puede decir que los bemoles
Y los becuadros no deben existir.

La verdad es:
Sólo cuando haya tormenta
Habrá una paz inigualable
Y verás mi sombra pasar,
Sólo si te ves como eso…

Recuerda que la luz borra las sombras,
Por favor comienza a brillar,
No…
Porque siempre he brillado.

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