jueves, diciembre 27, 2007

El destino de la Bestia

Han muerto las grandes glorias,
y la bestia observa una tumba solitaria...
la observa y la llora en silencio,
porque su alma está en ella,
porque su esperanza se ha ido
y yace bajo la hierba.

Hace tanto tiempo
que la luna ha desaparecido de las noches,
ahora la bestia ni su nombre murmura,
ahora ya nada le importa,
solamente le quedan las propias batallas,
aquéllas en donde las armas
ocupan el lugar de las damas...

Solamente quedan las batallas
donde el enemigo puede ser uno mismo...
no quedan motivos ni reinos,
ni villas ni princesas...
tan sólo quedan los odios,
tan sólo las tristezas...

Ya no hay ejércitos para la bestia,
pero quedan los demonios,
los que lo embaten día a día,
los que le robaron la esperanza...
aquellos demonios que lo corroen
desde el fondo de su alma...

Los gritos de guerra lo aturden,
pero está decidido a morir,
sea peleando, sea matando,
pero jamás suplicará
ni pedirá clemencia alguna,
siempre continuará hasta el final de la guerra...

Ahora cabalga en paz...
lo acompañan la locura y la demencia,
la primera le absorbe de todo,
la segunda le roba la ciencia.

No hay comentarios: