jueves, diciembre 27, 2007

Mujer

Concibiéndote entre lapso y trazo,
imaginando cada parte de tu cuerpo,
corroborando que el amor no viene con el tiempo,
sino que lo detiene
pensando en tí, mujer...

Mujer amada,
hija de la noche encantada,
mujer que dejas a mi boca de tu sabor ignorada,
mujer, a veces distante,
a ratos silente,
toma mi mano y siente
el amor que me abrasa
y que haya en tu ser la vertiente, mujer...

Mujer, dulce perfume nocturno,
estrella fresca de ensoñación,
mi delirio, mi amor,
suave despedida de mí mismo,
deseando ser digno
para navegar en las aguas de tu alma,
deseando juguetear con las olas
de tu bello ser, mujer,
hermosa palabra es tu nombre,
siempre recordada, siempre amada,
viento grácil, brisa nova,
eterno lucero que me embruja,
me enajena, me domina,
cuya falta me arroja a la perdición.

Mujer, parte más amada de mi alma
mi corazón vive de tí,
mujer, mi mundo a través de tus ojos,
mi amor a través de tus sentidos,
tu locura a través de los míos,
reunión de mis deseos, sueños y esperanzas,
ángel divino que guías mi camino, mujer...

Mujer adivinada en cada credo,
mujer de escasos momentos,
pero no por eso menos bellos,
mujer, sintiéndote más cerca
con cada gota de lluvia que toca mi cuerpo,
imaginando tus ojos,
tu mirada atenta a estas palabras,
mujer, diluyes en mí los congojos
por saberte cierta y viva,
disfrutando cada momento
que mis versos acarician tus sentidos...

Mujer, concepto extraño en mi alma,
tu sonrisa de ángel puro
hoy motiva que mi palabra te ame,
y todas mis ilusiones
reposar en tu regazo desean
aquéllas que bien sé
que en tu reino quisieran habitar...

Mujer, es tu nombre murmullo
de los cantos nocturnos en mi almohada,
mujer protagonista de los sueños
que jamás me abandonarán,
evocándote escucho el ritmo de la guitarra
y la voz desconocida
que me acerca a tu esencia aún más,
no valdrían la pena estos versos
de no ser por tí...

Mujer,
eres la llama que me acoge,
el calor afable que mi alma buscaba,
la sonrisa que ilumina mi mundo
cada mañana al despertar,
mujer religión, hermoso credo
que mi canto no dejará de nombrar...

Mujer,
mi corazón es tu patio de juegos
aquél en donde tu sonrisa es la luz
que jamás se apaga,
y una franca melodía de dulce tonada
surge de tu risa fresca,
tus ojos de jade a la alborada,
mirada de niña ilusionada
con la vida, con el mañana,
tienen mi vida atrapada
en tu jardín de verde arbolada.

Mujer,
un gran misterio encierra tu nombre,
mil emociones encierra,
todas contrarias, todas ciertas,
a veces sufrimiento
y otras un gran alivio,
un abrazo esperado,
un beso rechazado,
tinta que por tí se calla,
una pluma que te llama,
locura que jamás de tí se aparta,
un vacío inmenso
cuando tus pasos se alejan,
un gran muro
aunque te encuentres cerca,
la canción diaria de tu voz,
el anhelo de tu mano,
el pensamiento escarbado
por la curiosa visión,
un suspiro cohibido,
el momento ansiado y negado,
un verso esperanzado
y un enorme amor:
son pocas las palabras
y repetidas las ideas
para expresar solamente una
la más verdadera
y esa es...
que TE AMO.

Mujer, hoy tu camino es libertad,
quizá el regreso a un recuerdo,
una nueva melodía matutina,
una poesía naciente y nocturna,
una frase te amará siempre,
aunque...
¿te he dicho que te amo
lo suficiente?
Quizá no lo he demostrado últimamente,
pero el silencio
y las miradas también cantan,
así que abre tu alma
y escucha mi canción.

Y es ahora, mujer,
que el sentimiento
impulsa a mi tinta tu nombre evocar,
imaginando que tus pasos
son reflejados en las estrellas del cielo,
sortilegio al escuchar el ritmo armonioso
de tu corazón de alhelí
en cada trino de ave,
mujer, mirada de niña inquieta,
eterna mujer amada,
gracias te doy pequeña alada
por ser, y dejar mi alma estocada
por la gran necesidad de tu amor.

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